El miedo es un sentimiento generado por la falta de conocimiento sobre una determinada situación, lugar o persona. Cuando sentimos miedo, nos sentimos amenazadas por algo real o imaginario.
El miedo te frena y te impide hacer lo que quieres, de igual modo no te permite dirigirte hacia donde quieres ir. Bloquea la comunicación, la forma en que nos expresamos y hace que te escondas, te reprimas y no seas capaz de expresar lo más bello que tienes dentro de tu ser.
Además influye en la capacidad de razonar, de tomar decisiones y de poder pensar con claridad y objetividad. Te hace sentir dudas, te vuelve indecisa incluso en las situaciones más cotidianas de la vida.
El miedo no permite que la energía fluya, somos energía, y por ello se debilita el estado de salud y bienestar.
El miedo te aisla, te hace encerrarte en ti misma, no te permite ser tu misma y mucho menos afrontar y disfrutar de la vida. Al contrario nos conduce a la ansiedad, la agresividad, a la depresión, a la enfermedad y a un sentimiento de derrota.
A menudo por falta de autoconocimiento, de desarrollo personal o por falta de experiencias, no somos conscientes de todos los recursos internos de los que disponemos.
Por ejemplo;, cuando tienes miedo al agua y temes ahogarte, entras en pánico,las fuerzas de resistencia disminuyen, respiras de manera superficial y por tanto te hundes. No crees que el cuerpo flote y no confías en ti para hacerlo.
Todos tenemos miedos pero lo que no sabemos es que estos miedos generan otros miedos. Por ejemplo, el miedo a la muerte genera miedo a la enfermedad o a los accidentes. Del miedo al fracaso proviene el miedo a asumir riesgos, a tomar decisiones y a no ser reconocidos laboralmente.
COMPRENDER EL ORIGEN Y LAS CAUSAS
Sólo cuando comprendemos la causa del miedo y de dónde viene, podemos empezar a superarlo.
El 90% de las causas del miedo se originan en los pensamientos.
Para eliminar los miedos debemos ir a la raíz, incluso a la semilla. Imagina el miedo como un árbol que has sembrado y del que van naciendo ramas.Aunque lo podes, las ramas volverán a crecer. Lo mismo sucede con tus miedos.
Nuestros sentimientos y actitudes nos revelan los miedos que escondemos. Las emociones, sobre todo aquellas que consideramos negativas o dolorosas, nos dan unas valiosas señales acerca de lo que necesitamos aprender o cambiar.
La tristeza, el miedo, la envidia o la culpa nos muestran un vacío interior o una carencia que necesitamos sanar.
Los miedos están para enseñarnos qué creencias, actitudes y visiones de las situaciones o personas o de nosotras mismas debemos cambiar.
Además el miedo hace que seamos menos creativos y envejezcamos más rápidamente al crear cortocircuitos en las conexiones cerebrales.
Debes tener cuidado con aquello que temes porque lo invocas. El miedo es un imán. Si tienes miedo a que te suceda algo y te obsesionas con que pueda suceder, sucederá
Así de extraordinario es el Poder de la Mente.
Uno de los resultados del miedo son las dudas y cuando estás sumergida en una mar de dudas no puedes ver las soluciones ni otras respuestas, de hecho ni siquiera estás dispuesta a intentarlas y pueden llegar a tal extremo que te hagan sentir parálisis mental y emocional.
Desde ese estado no hay lugar para el pensamiento ni la iniciativa positiva.
Las Causas del miedo son:
- Ignorancia: Cuando no comprendes, tienes miedo
- Falta de preparación interna adecuada a la situación
- Falta de conocimiento sobre cómo evitar o reconocer situaciones que pueden ser perjudiciales para ti.
- Inseguridad en tus capacidades y cualidades
- Desconfianza
- Incapacidad para abrirse
- Necesidad de ser reconocida, apreciada y valorada
- Experiencias del pasado que te han producido decepción, inseguridad, preocupación
- Ego: Esa voz que justifica y se resiste.
- Apegos y dependencias
- El hábito de ver el lado negativo de la vida
Hay una ley Espiritual que dice que lo pasa dentro se refleja fuera. Por lo tanto cuando hay conflicto interior, hay conflicto con el exterior.
En ambos casos la solución se halla en el diálogo; El diálogo entre la razón y el corazón. Conectar con tu verdadero ser, con tu yo auténtico dónde no existe el miedo.
IDENTIFICAR TUS MIEDOS ESCONDIDOS
Para vencer tus miedos, debes estar dispuesta a comprometerte contigo misma y a investigar tus sentimientos y emociones y así poder vencerlos.
Hay un ejercicio sencillo que puede ayudarte a identificar tus miedos inconscientes.
Elige un área de tu vida en la que te sientas estancada y hazte estas tres preguntas:
- ¿Qué quiero realmente?
- ¿Qué obstáculos se interponen en tu camino?
- ¿Qué me impide afrontar ese obstáculo?
Para cada miedo que aparezca en la tercera pregunta, hazte las siguientes preguntas.
- ¿Qué es lo peor que puede ocurrir si sucede lo que tanto temo?
- ¿Cuál es el mejor resultado posible si lo hago aunque sienta miedo? ( Resultados para tí o para los demás o para ambos)
- ¿Qué es lo que posiblemente sucederá entre estas dos cosas?
Si no das el paso para vender ese miedo, seguirás siendo víctima de ese miedo.
TIP EXTRA
Te recomiendo que intentes cualquier actividad al menos tres veces: Una para aprender a hacerla, otra para superar el miedo a hacerla y la tercera para averiguar si realmente la disfrutas o no
Cada día haz algo que temes. Haz lo que temes, y la muerte del miedo está asegurada
Eleanor Roosevelt
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